Vivir de alquiler, ¿qué gastos debes hacer frente?


Caja Rural de Navarra, 12 febrero 2019 / Educación Financiera

Cuando vives de alquiler hay gastos que deberás soportar, por el uso de la vivienda y el desgaste del inmueble por la vida diaria, pero existirán otra serie de imprevistos y desembolsos que serán responsabilidad de los propietarios.

La principal norma que deberás tener en la cabeza se indica en el artículo 21 de la Ley de Arrendamientos Urbanos. En esta normal, donde se regula las relaciones entre propietarios e inquilinos, se indica “el arrendador está obligado a realizar, sin derecho a elevar por ello la renta, todas las reparaciones que sean necesarias para conservar la vivienda en las condiciones de habitabilidad para servir al uso convenido”. Pero, como ya os hemos adelantado, “las pequeñas reparaciones que exija el desgaste por el uso ordinario de la vivienda serán de cargo del arrendatario”.

Para evitar conflictos entre ambas partes, ya que en numerosas ocasiones no fácil estar de acuerdo con el origen del desperfecto, es común contratar un seguro de hogar. Gracias a este tipo de seguros, este tipo de incidentes no llegan a convertirse en problemas y más cuando has elegido la opción de cubrir los posibles daños causados por el inquilino. Es importante, además, tener en cuenta que en el propio contrato de alquiler se puede especificar que sea el inquilino quien haga frente a determinados gastos generales para el adecuado mantenimiento del inmueble. Antes de firmar, será conveniente revisar qué tipo de gastos se han detallado que paga cada parte implicada en el contrato.

Gracias a las nuevas tecnologías e Internet, ahora la relación económica entre propietarios e inquilinos es mucho más sencilla y transparente. Por ejemplo, gracias a Bizum, el servicio de pago móvil, hay imprevistos de este tipo que se pueden zanjar en el mismo momento. Gracias a esta herramienta, el arrendatario o el arrendador podrá buscar a la persona en su agenda telefónica, decidir si necesita pedir o enviar dinero, e indicar la cantidad y el concepto, para saber de qué movimiento se trata. ¡Así de sencillo!