Uno de los grandes afectados por la crisis del coronavirus ha sido la bolsa. Desde que se inició esta crisis ha vivido altibajos marcados por la recesión económica y el retroceso de las inversiones. Las grandes empresas de índices internacionales como el IBEX 35, Dow Jones o Nikkei han visto interrumpida su actividad en varias ocasiones. Esto ha hecho que tengan que soportar grandes pérdidas e incluso recibiendo amparo legal por parte de los Gobiernos de cada país. Para entender lo que ha pasado, en este artículo repasamos la evolución de la bolsa en el 2021.
La consecuencia es que grandes compañías de todo el mundo, como las norteamericanas VIP Cinema Holdings y 24 Hour Fitness Worldwide, en el sector de la cultura y el entretenimiento, tuvieron que cerrar las persianas por quiebra de su actividad. En España, empresas bursátiles como Acciona y Ferroviaria han tenido que programar ERTE de despido temporal para sus plantillas con el objetivo de reducir el impacto de la pandemia en sus negocios.
Eso sí, la situación parece haber cambiado con la llegada del 2021. La previsión de vacunación para la población mundial, los nuevos impulsos económicos de los bancos centrales y la expectativa turística de cara al verano demuestran que las bolsas mundiales están viviendo una nueva euforia por la desescalada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el virus del covid-19 en enero en China, provocando fuertes caídas del 2% de las bolsas en todo el mundo. El 27 de enero los índices chinos ya estaban sumidos en la catástrofe, registrando un desplome del 7,72% en la Bolsa de Shanghái y un 8,45% en la de Shenzhen.
El mes de febrero fue clave para la economía mundial, porque el coronavirus se extendió a otros países como Irán, Corea del Sur e Italia. El IBEX-35 español no tardó en sentir la sacudida de los primeros casos en la península ibérica y el 16 de marzo registró su mínimo anual en 6.107 puntos, con una caída del 39,43%; en relación con el máximo de 10.83 puntos que tuvo lugar el 19 de febrero. Asimismo, en Estados Unidos el S&P 500 cayó el 16 de marzo un 11,68% hasta quedarse en 2.386,13 puntos.
Esta tendencia se repitió en otras bolsas como el S&P Merval de Buenos Aires y el South Africa top 40 de Sudáfrica hasta el mes de noviembre cuando, en plena segunda ola y con la economía intervenida por los bancos centrales, los índices bursátiles empezaron a recuperar los números previos a la pandemia.
La evolución del MSCI World, que refleja la evolución de las bolsas en 23 países desarrollados, rebotó un 50% de los mínimos de febrero hasta alcanzar los 2.000 puntos en el último trimestre del 2020. El mejor ejemplo de ello fue el Nikkei de Japón, que comenzó a cotizar al 9% a principios de noviembre y llegó a máximos no vistos desde 1991, pero a esta euforia también se sumaron las bolsas de Canadá, con otro 9%, y de Alemania, que fue la única potencia europea que comenzó a registrar números positivos en el DAX 30.
El final de año coincidía con la llegada de las vacunas y el avance imparable de la bolsa gracias, entre otros factores, a la cotización de farmacéuticas como Pfizer y Johnson & Johnson, pero también al avance de las tecnológicas americanas como Amazon o PayPal. El MSCI Index, que se calcula con los datos de casi cincuenta índices de bolsas de países desarrollados y de emergentes, se hacía eco de esta tendencia con una subida del 70% desde marzo del 2020, hasta situarse un 15% por encima de la cota previa a la crisis de la covid.
Esta “felicidad inversora” podría mantenerse durante todo el año, si bien se espera que haya alguna corrección de cara al verano. La posibilidad de que se difunda una nueva variante más contagiosa, el aumento progresivo de la inflación y la contracción del gasto estatal en esta nueva etapa son los tres factores que podrían ofrecer parones al aumento imparable de las bolsas internacionales en los próximos meses.
Estados Unidos es el país que lidera el impulso bursátil, seguido de Europa y de los países del este asiático como China o Japón. Nadie puede ver el final en la progresión incontestable de las bolsas, por lo que el gran reto del presente es encontrar un mecanismo internacional adecuado para evitar riesgos como la sobrevaloración de los índices y de los tipos de interés en todo el mundo.
Conocer el estado de las bolsas internacionales es fundamental para comenzar a importar y exportar con garantías de éxito en los mercados de destino. Caja Rural de Navarra acompaña a los negocios de la región para que puedan vencer todas las barreras en el momento de su internacionalización y puedan llevar su empresa hasta donde ellos decidan.