Siete de cada 10 peticiones de ayuda al seguro durante un viaje se deben a problemas de salud, ya sea por enfermedad o debido a un accidente. Esta es una de las conclusiones que arroja el informe El seguro de asistencia en viaje elaborado por Estamos Seguros. El trabajo centra la atención en el seguro de asistencia en viaje puro. Es decir, no abarca las prestaciones ligadas a la asistencia en carretera vinculadas al seguro de automóviles.
El seguro de asistencia en viaje cubre a los viajeros ante los percances que puedan sufrir durante sus desplazamientos. Ya se trate de la cancelación del traslado, la pérdida de equipaje, la necesidad de volver a casa de forma inmediata por un imprevisto o las prestaciones médicas en el lugar de destino. Entre junio de 2015 y junio de 2016, las aseguradoras atendieron 22.053 peticiones de ayuda que motivaron la prestación de 42.332 servicios diferentes.
La salud es el principal motivo por el que un viajero solicita auxilio al seguro. La mitad de las personas que dieron un parte lo hicieron por enfermar durante su estancia. A estas se suma el 19%, que se lesionó a raíz de un accidente. El siguiente motivo que genera más peticiones de apoyo es ser víctima de un robo o el extravío de objetos personales.
El seguro responde a estas peticiones de ayuda a través de distintas prestaciones. La más habitual, dada la naturaleza de los siniestros, es la asistencia médica. Las atenciones sanitarias representan el 40% de las actuaciones de las entidades aseguradoras. Una importancia casi idéntica tienen las indemnizaciones económicas (39%), que permiten compensar los gastos derivados del percance. Entre tanto, lograr un medio de transporte para que el asegurado pueda volver lo antes posible a su domicilio ante un imprevisto representa un 17% de las atenciones realizadas por el sector asegurador.
Los percances varían en función de la época del año en que se realice el viaje. Los robos y pérdidas de equipaje son más habituales en verano –probablemente, debido a los desplazamientos en avión– y alcanzan su pico en agosto. Entre tanto, los accidentes resultan más comunes en invierno. Esto puede deberse a los desplazamientos a destinos de montaña y la práctica de deportes de invierno, como el esquí o el snowboard. Por su parte, los partes por enfermedad mantienen un patrón bastante estable a lo largo del año, con ligeros repuntes en Semana Santa y en los meses de verano, coincidiendo con un incremento en el número de desplazamientos.
La mayor parte de los siniestros de asistencia conlleva el pago de importes modestos por parte de la aseguradora. De hecho, la mediana de coste por expediente suele oscilar entre los 100 y los 250 euros en función de su tipología (asistencia médica, indemnización, traslado u otros). No obstante, el seguro de asistencia también asume los gastos derivados de percances extremos. En los 12 meses analizados, se produjeron casos que conllevaron el desembolso de 70.000 euros para resolver los problemas del cliente.
De igual forma, el coste de las prestaciones varía en función del destino del viaje. Viajeros que eligieron destinos como Camerún o la Antártida llegaron a tener incidentes que el seguro afrontó con pagos superiores a los 10.000 euros. El carácter remoto o las menores infraestructuras locales encarecen el auxilio en comparación con los sucesos que se producen en lugares más próximos o desarrollados.
Fuente: Seguros RGA