El coche es uno de los seguros más masivos, en casi todos los domicilios existe al menos uno. Su contratación es obligatoria y las coberturas mínimas que tienen que tener los contratos están establecidas por ley.
Ahora bien, ¿sabemos cual es la mejor opción para asegurar nuestro coche? ¿Coberturas básicas o todo riesgo? Cuando el coche es relativamente nuevo muchas personas optan por asegurarlo a todo riesgo, dentro de esta modalidad existe la opción con o sin franquicia. La diferencia en precio de contratarlo con o sin franquicia suele ser importante.
Una pequeña franquicia abarata el coste de un posible accidente. No obstante, una vez han pasado unos años comienza a ser cada vez menos provechoso mantener la modalidad de todo riesgo, puesto que en caso de siniestro total únicamente se cobraría el valor venal del vehículo, el valor de compra menos la depreciación por el tiempo pasado.
Por otro lado, si tenemos una modalidad distinta al todo riesgo, es importante asegurarnos siempre de que contamos con la cobertura de Lunas ya que de esta forma tenemos la cobertura de contingencias que asume el Consorcio de Compensación de Seguros.
También, es muy importante identificar bien a los conductores que se aseguran, tanto si son principales como ocasionales, principalmente si estos últimos son jóvenes o cuentas con pocos años de carnet. Declarar correctamente a las personas que van a conducir el vehículo nos evitará problemas a la hora de los siniestros y ayudará a que todos paguemos justamente por el riesgo que aportamos a nuestras pólizas.