El ODS de Hambre cero establece que para el año 2030 ninguna persona debería sufrir malnutrición. Para conseguirlo, se plantea que el sistema de producción debe ser más sostenible y el desperdicio de alimentos debe paliarse. Las Naciones Unidas compartieron este propósito en su agenda 2030 y, a día de hoy, estamos todavía lejos de hacerlo realidad.
Nuestros hábitos de compra y consumo individuales repercuten en la salud del planeta. Hemos normalizado cientos de acciones que repetimos a diario, acumulando una mayor huella de carbono con cada una de ellas sin apenas percatarnos. Por este motivo, se hace necesario conocer el impacto y las soluciones a implementar en nuestra rutina.
En Caja Rural de Navarra nos comprometemos con nuestro entorno, tal y como expresamos anualmente en nuestra memoria de RSC, certificada por AENOR. Nos preocupa tanto la sostenibilidad empresarial como la individual, motivo por el cual te animamos a probar alguno de los cambios descritos en la infografía: