Caja Rural de Navarra ha obtenido un resultado de 91,2 millones de euros en 2018, lo que supone un incremento del 5,1% respecto al resultado obtenido el año anterior, y continúa incrementando su presencia en el mercado.
Continuando con la estrategia de prudencia y fortalecimiento de la solvencia mantenida históricamente por la entidad, la casi totalidad del beneficio (89,7 millones de euros) irá destinado a incrementar las Reservas de la Caja, reforzando así los recursos propios y la capacidad de crecimiento futuro de la entidad.
Con este resultado, la solvencia de Caja Rural de Navarra en términos de Capital Ordinario de nivel 1 (CET 1), que refleja el nivel de recursos propios de primera categoría, se sitúa en el 16,4%, uno de los más elevados del sector financiero español.
El crecimiento anual de los recursos de clientes del sector privado gestionados que figuran dentro del balance de la Caja al finalizar el ejercicio 2018 ha sido del 6,5%, alcanzando la cifra de 8.021 millones de euros.
Los datos disponibles señalan que el sector financiero a nivel nacional ha experimentado un incremento del 1,6% en este parámetro en 2018, lo que significa que el porcentaje de crecimiento de la Caja es casi 5 puntos superior al del mercado.
La Caja sigue manteniendo el equilibrio en la ratio de créditos concedidos a clientes sobre los depósitos captados de clientes, situándolo en el 97% al cierre del ejercicio (similar al 97,1% del año precedente) lo que da muestra, una vez más, de la estabilidad del negocio recurrente de la Entidad.
El crédito total en vigor concedido a clientes de la Caja asciende a 7.781,4 millones de euros, un 6,4% más que el año anterior. Esta evolución es muy positiva, dado el retroceso que, un año más, se ha producido en el sector financiero a nivel nacional en este apartado, ya que, con los datos disponibles a Noviembre, el crédito total en vigor concedido ha bajado un 3,3% en el año 2018.
De esta forma la Caja, al igual que el año anterior, ha crecido 9,7 puntos más que el mercado en este apartado.
Esto es la muestra del compromiso de la entidad con el desarrollo económico y social de su región, proporcionando para ello la necesaria financiación a los particulares, empresas e instituciones.
El índice de morosidad de la Caja al cierre del ejercicio 2018 se ha situado en el 1,8%, muy inferior al 6,03% de la media del conjunto del sistema financiero con el dato disponible a Noviembre.
La tasa de cobertura de dudosos de Caja Rural de Navarra es del 100,9%, una de las más elevadas del sector.
Además, Caja Rural de Navarra está calificada por las agencias Fitch y Moody´s, siendo una de las cuatro entidades que, junto con B. Santander, BBVA y Caixabank, ha mantenido a lo largo de los años el “grado de inversión” por ambas agencias.
Los ratings de la Caja, nuevamente elevados en 2018, son a Diciembre: Baa2 por Moody´s y BBB+ por Fitch, ambos con perspectiva estable.
Caja Rural de Navarra cuenta con 252 oficinas repartidas de la siguiente forma: 139 oficinas en Navarra, 37 en Guipúzcoa, 35 en Vizcaya, 17 en Álava y 24 en La Rioja. El año 2018 se abrieron 3 nuevas oficinas, y en 2019 está previsto abrir una más, además de no cerrar ninguna.
Al finalizar el ejercicio 2018, el número de empleados de la Entidad ascendía a 965 personas.
Al igual que el año anterior, en 2018, un total de 34.130 nuevos clientes iniciaron su actividad financiera con Caja Rural de Navarra, de las que 3.560 fueron personas jurídicas, en su gran mayoría empresas.
Por otro lado, el cumplimiento de las exigencias formativas y organizativas que impone la normativa en este negocio (incrementado ahora con la Ley de Distribución de Seguros) hace que la Caja cuente con un equipo humano altamente especializado y formado para una correcta gestión en la venta y la posventa de productos aseguradores.
En lo que respecta a la digitalización de la entidad, y en lo referido a su relación con los clientes, en 2018 se han canalizado a través de internet el 58% de las transacciones realizadas por los clientes de la Caja, mientras que en las oficinas se han realizado el 40% (frente al 51% del año anterior).
En lo relativo a la Responsabilidad Social, cabe señalar que en 2018 la Caja ha publicado su primera memoria de responsabilidad social empresarial con el compromiso de seguir publicándola en años sucesivos.
También hay que destacar que la Caja llevó a cabo con éxito en 2018 una nueva emisión de cédulas calificadas como ‘sostenibles’, lo cual implica el mantenimiento por parte de la Caja de su compromiso con la financiación de actividades con un impacto positivo de carácter medioambiental y social. Esta emisión se colocó principalmente entre inversores internacionales.
Las expectativas de la Caja para el año 2019 contemplan:
• Una mejora de la productividad mediante:
– Una orientación de la actividad de la Caja en el segmento de particulares hacia el asesoramiento y las relaciones de valor añadido con sus clientes, con especial atención a las áreas de Seguros, Fondos de Inversión, Valores y Banca Privada
– El desarrollo del programa de digitalización de la Caja, tanto interno, como externo en la relación transaccional con los clientes.
• Un fortalecimiento de la solvencia de la entidad.
La Caja agradece a todos sus clientes la confianza que depositan en la entidad, y a los empleados su esfuerzo y dedicación, sin los cuales estos datos no hubiesen sido posibles.